Reflexión
May 25, 2021

Un sueño en búsqueda de soñadores

El sueño.

Hemos sembrado un sueño.

La tierra es fértil. Está preparada para dar fruto.

Germina la convicción que nos pone en marcha.

Una comunidad que emerge. Una comunidad de almas que añoran lo que han olvidado.

Almas que empiezan a recordar. Almas en movimiento. Almas en búsqueda de lo que hemos perdido. Almas unidas para recuperarlo.

Sabiduría, cosmovisión, interdependencia, practicas ancestrales, Pachamama, buen vivir.

Pueblos originarios. Comunidades indígenas. Guardianes de la biodiversidad. Voces que necesitan ser escuchadas.

La conexión entre dos mundos que se necesitan. Conexiones humanas. Horizontales.

Desaprender.

Para reconciliarnos. Para resanar nuestras relaciones. Para sembrar juntos la semilla del cambio.

Los soñadores.

Somos soñadores.

Soñadores que se buscan. Soñadores que se necesitan para seguir creyendo que es posible.

Porque es posible.

Una gran comunidad de personas que se unen para fortalecer el turismo comunitario como herramienta de transformación social.

Somos soñadores que se encuentran. Soñadores que se unen.

Para ser más fuertes. Para que nuestra voz se escuche clara y profunda. Para regresar a quiénes somos. Para volver a conectar.

Nos rebelamos contra los clichés. No nos conformamos con lo establecido. Venimos a romper paradigmas, a “revolucionar el gallinero”.

Venimos a hacer ruido.

Venimos a apelar a las conciencias de las personas que luchamos por lo mismo. Para que juntos despertemos a muchas más almas dormidas.

¿Por qué turismo comunitario?

El turismo comunitario abre nuevas posibilidades.

Posibilita nuevas realidades.

Hace posible que nuestras miradas se transformen. Nos ayuda a recordar, a recuperar la memoria.

Nos regala una varita mágica. Nos convierte en magos, en “curanderos de almas”.

Turismo comunitario como medio y no como un fin en sí mismo.  Turismo comunitario como herramienta al servicio de la transformación, del cambio.

De la violencia a la paz. De la sumisión a la lucha. De la dependencia a la autogestión. De la desesperanza a la oportunidad. De la pérdida y el abandono a la recuperación, a la regeneración.

De turista a invitado.

La Komunidad.

El sueño es posible.

Si somos capaces de avanzar en comunidad, es posible.

Capaces de valorar lo bueno de cada uno. Encontrar lo que nos complementa. Partir de lo que nos une. Crecer desde lo colectivo.

Capaces de co-crear desde las necesidades reales del territorio y de las comunidades para aportar soluciones que integren a todos los actores implicados.

La Komunidad es un cambio de perspectiva.

Es levantar la mirada y descubrir que eres parte de algo grande, que somos muchos los que compartimos los mismos desafíos, oportunidades, dificultades, anhelos…

Es hacerte responsable de tu capacidad individual. Del poder transformador de tu experiencia, conocimiento, capacidades y talentos. Pero también de tus debilidades, de las áreas donde necesitas de otros.

Es avivar tu llama interior y no permitir que se apague.

Es entrar en un tercer espacio. Un espacio intermedio. Un espacio de encuentro. Para compartir, aprender colaborar y trabajar juntos con apertura, sin egos, ni juicios.

Es no preguntarnos si estamos plenamente de acuerdo, sino tan sólo si marchamos por el mismo camino.

Como decía Ghandi “El silencio se convierte en cobardía cuando la ocasión demanda decir toda la verdad y actuar acorde a ella.”

Seamos valientes. Seamos valientes para dar un paso adelante, para contribuir y aportar desde lo que somos.

Seamos valientes para soñar que es posible. Y hagámoslo posible.

El viaje empieza por uno mismo y ya ha comenzado en ti.

Es el momento.

No estás solo.

Viajamos juntos, nos apoyamos, nos ayudamos, nos impulsamos, confiamos los unos en los otros.

Bienvenido al hogar de los soñadores.

Bienvenido a la komunidad.

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