Siento a Mendoza como mi cuna. Y a Latinoamérica toda como mi hogar. Me gusta el movimiento, pero con propósito y consciencia colectiva. Hay mucho que no me gusta nada. Y me gusta intentar cambiarlo. Me gusta mucho leer, pero también me gusta mucho escuchar. Elijo el abrazo por sobre todas las cosas. Y de las cosas busco desprenderme. Elijo el Turismo Comunitario porque confío en su fuerza transformadora. Fuerza que me gusta condimentar con sonrisas, colores y música. Pero mi favorita es la palabra. La palabra da luz. Y por eso estoy acá, gracias a la fuerza Komunitaria y el brillo de sus letras.